Restaurante Ernie’s Station

Hablamos de platos. De tapas tradicionales y opciones más modernas. Pero si lo que conocemos como comida rápida viene preparado con buenos ingredientes y el precio no se dispara, merece también una mención.

El Restaurante Ernie’s Station, situado en la calle Fuentes, perpendicular a Arenal (entre Sol y el Teatro Real), nos da esa oportunidad. Su carta está basada en platos típicos mexicanos, perritos, sandwiches, ensaladas y el pedido más reconocible: las hamburguesas, que pueden ser construídas pieza a pieza por el cliente partiendo de seis modalidades.

Un servidor pidió una parca hamburguesa de ternera con patatas de ajo, mayonesa especial y una pinta de cerveza. Total: 12 €. La servidora se decidió por una ensalada de langostinos y aguacate, que no era nada del otro mundo, y una Coca-Cola grande. El total de este segundo pedido no sobrepasa los 10 €, pero mantenemos la hamburguesa como opción principal.

Hecha con buena carne de ternera y tomates naturales, la hamburguesa del Ernie’s Station se presenta en un filete gordo frito en su justa medida. Su contundencia parece estar calibrada. Uno no se queda con hambre, pero tampoco termina a reventar. Puede decirse que se acusa la adicción causada por unos ingredientes que saben a comida, no a industria. Aconsejamos, eso sí, no quedarse corto con los extras (bacon, queso, guacamole…), que no subirán el precio mucho más de 1,5 – 2 €.

Su decoración 50’s, alegre y colorida pero sin saturar, y su amplitud, con un piso de abajo con sofás y un espacio para tomar copas o probar los cocktails de la carta, otros aciertos del Ernie’s, un lugar socorrido, por ejemplo, para tardes y cenas de viernes y sábado. Y tan grande que no obliga al cliente a esperar por mesa.

Lo mejor:

  • Ingredientes naturales (o que saben como tales)
  • Personalización de tu propia hamburguesa
  • Hamburguesas no solo de ternera. También de cerdo, pavo, langostinos y atún.
  • Muchas mesas, no hay necesidad de esperar.
  • Acogedor, limpio, amplio y alegre
  • Espacio con sofás en el piso de abajo para copas
  • Céntrico pero no en calle principal

Lo peor

  • Ensaladas no contundentes
  • Cierre del piso de abajo a la 1 en fines de semana
  • Los domingos cierra a las 17:00

Restaurante Ernie’s Station

C/ Fuentes, 10, 28013 Madrid

<m> Ópera (L1, L5, R) o Sol (L1, L3, Cercanías)

Horarios L-J 13:30 – 00:00 / V y S 13:30 – 1:00 / D 13:30 – 17:00

Teléfono: 915 59 71 68 ‎


Restaurante Huerta Uno

Seguimos en Huertas. Concretamente en la calle que da nombre al barrio, la calle de las Huertas («calle Huertas», de facto), que se extiende hasta el paseo del Prado naciendo en la plaza del Ángel. Es en este extremo de la calle donde llama la atención un coqueto restaurante: el Huerta Uno, abierto por Gaga, serbia afincada en Madrid, hace ocho años.

A diferencia del Quevedo, tasca donde las haya, Huerta Uno es un rincón que tiende a lo sutil. Poca luz, plantas, techos altos, pintura lisa, velas en las mesas… Un ambiente de calma solo modificado por el flamenco del hilo musical (anoche nos pareció oir a Morente).

En la carta, platos de carnes y pescados preparados con originalidad, tapas más terrenales, sopas, ensaladas y siete tostas, dos de las cuales formaron parte de nuestra elección:

  • Tosta de cerveza con queso (recomendación de la casa que nos pareció poco más que un panettone o incluso una base de pizza)
  • Tosta de revuelto de gambas con cebolleta tierna (muy bien de sabor, pero demasiado despegada de un pan que terminamos dejando a un lado)
  • Ayvar (la triunfadora, una especie de escalivada serbia de pimientos rojos y berenjenas asadas)
  • 2 cañas (Cruzcampo)

Total: 21 € (10,50 € por persona), si bien tuvimos que pedir dos vasos de tinto de verano con limón (muy refrescante) para regar bien la cena. Total: 27 € (13,50 € por persona). Con este menú no nos fuimos de Huerta Uno con hambre. Eso sí, se come bastante pan. Además de las tostas, el ayvar pide a gritos que mojes en él.

También se puede gastar un presupuesto similar con dos platos de carnes o pescados y una tosta. Quizá sea nuestra elección en una próxima visita, además de probar algún cóctel o acercarnos alguna media mañana para ver qué tal el brunch.

Lo mejor:

  • Ayvar (escalivada serbia)
  • Tinto de verano con limón
  • Atención rápida
  • Limpio
  • Céntrico
  • Asientos acolchados en las paredes
  • Abierto todos los días

Lo peor

  • La tosta de cerveza, muy discreta pese a ser recomendación
  • Sobra pan en una elección con tostas y ayvar
  • Mesas demasiado juntas (aunque es lo habitual)

Por cierto, el globito de la página del bar en Google Maps y la parada de metro que figura como más cercana (Lavapiés) están mal ubicados. Huerta Uno está exactamente aquí.

Restaurante Huerta Uno

C/ de las Huertas, 1, 28014 Madrid

<m> Sol (L1, L3), Antón Martín (L1)

Horario 19:00 – 23:30

Teléfono: 914 29 20 67 ‎

Reservas


Cervecería Restaurante Quevedo

No son pocas las veces que Arturo Pérez-Reverte ha señalado la pequeña «u» que forman las calles Lope de Vega, Cervantes y Quevedo como su rincón favorito de Madrid. Más difícil es, suponemos, que el escritor mencione uno de los locales más notables de la zona, la Cervecería Restaurante Quevedo («El Quevedo«, como es conocido), tasca de manual en la que lugareños (su asistencia, importante síntoma de prestigio de una casa de comidas) juegan a las cartas, charlan y ven la tele mientras degustan un casero menú del día por 10 € (de él destacamos el cachopo y la fabada) o simplemente la caña o vino de rigor.

Pero en el Quevedo lo madrileño de toda la vida está en sintonía con lo joven, e incluso con lo guiri. Además de la ubicación (las calles Huertas y León, plagadas de visitantes, son cercanas), en esta equilibrada mezcla tiene mucho que ver el principal reclamo del bar: la tapa que viene con cada consumición. De pasmosa variedad (chistorra, patatas ali-oli o bravas con salsa de la casa, boquerones, tortilla, jamón, queso, croquetas, empanadillas, fritos de pescado…) y generoso tamaño, puede darte de comer o cenar con tres o cuatro rondas de cañas Cruzcampo (1,20 €/caña), de sabor más que aceptable.

A locales como este se va caminando. En este caso, el cliente llega desde el Paseo del Prado, Sol, Lavapiés o bajándose en el metro de Antón Martín al corazón de una zona peatonal que solo permite la circulación en vehículos a residentes y transportistas. Con el Quevedo, el Barrio de las Letras (Huertas) te abraza y no ve peligrar su casticismo y efervescencia.

Lo mejor:

  • Tapa gratis, abundante, de buena calidad y variada
  • Menú del día casero por 10€ (la fabada y el cachopo son espectaculares, lo atestigua un asturiano)
  • Atención excepcionalmente rápida
  • Buena convivencia entre juventud y madurez en la clientela
  • Céntrico pero «oculto»
  • La foto del dueño haciendo una demostración del regate futbolístico que acuñó: la manuelinha.

Lo peor:

  • Aglomeración de clientes en la zona de barra en horas puntas
  • Para comer en días marcados (viernes, sobre todo) puede que haya que esperar en la barra a que te adjudiquen mesa
  • Cierra los sábados por la tarde y los martes
  • No se pueden ver (al menos de momento) las retransmisiones deportivas en Canal+

Cervecería Restaurante Quevedo

C/ Quevedo, 7, 28014 Madrid.

Teléfono: 914 29 40 58

< m > Antón Martín (línea 1)

[ En junio y julio cerrará de 17:00 a 19:30 de la tarde ]